lunes, 16 de abril de 2018

Feliz cumpleaños Charlot.

                                                Smile 


Tiempos Modernos 1936

Pensaba abordar otros temas para la entrada de hoy pero hoy es el natalicio de Charles Chaplin.
Soy una admiradora de toda su obra, y de su persona, emigrante que llego a estados unidos con un sueño, que batallo por conseguirlo y se rebeló contra la industria.

No muchos saben que Charles Chaplin no se amoldo a las exigencias de los grandes estudios que en cierto momento de la historia del cine eren prácticamente dueños de actores, directores, guionistas etc. Que eran obligados por férreos contratos a trabajar en producciones sin querer hacerlo. A causa de esto Charlie Chaplin juntoMary PickfordDouglas FairbanksD. W. Griffith fundaron en 1919 United Artist enfrentándose a los grandes estudios comprometiendo sus propios recursos.
firma contrato United Artist


Charles Chaplin es lo que yo llamo un todologo en el cine, escribía, componía la música, iluminaba, protagonizaba, elegía el castin, dirigía y editaba sus películas y créanme si les digo que eso en aquellos tiempos no era nada fácil. Por ejemplo la edición de una película era manual revisando metraje a metraje todo lo que se rodaba, cortando y uniendo de manualmente. Cada una de sus películas es una obra maestra en sí, desde las protagonizadas por Charlot (todas) el gran dictador (su primera película sonora) hasta las maravillosas candilejas (recuerdan la canción). Hay películas de Chaplin que permanecerán en la memoria de todos Tiempos Modernos,  the kid, La Quimera del Oro, Luces de Ciudad, Un Rey en Nueva York, La Condesa de Hong Kong, El vagabundo, Monsieur Verdoux y tantas otras  si ponemos números actuó como protagonista de 87 películas, escribió 88 guiones, dirigió 71 películas compuso 75 bandas sonoras y edito 56.
                                                              
El chico 1921
El Gran Dictador 1940
 Y dentro de cada una de ellas hay una crítica a la sociedad norteamericana de cada época, un hacer visible a los marginados de la gran depresión americana, a los que poseían algún tipo de minusvalía física, al bullyng (en esa época no estaba de moda como ahora). A la revolución industrial, al capitalismo y a la censura a americana y a la persecución de los comunistas.


 

Charles Chaplin Oscar honorifico 1972
 Todo bajo la tutela de una sonrisa y en muchos casos de carcajadas. y pago un precio caro por ello cuando su permiso de residencia le fue revocado y no se le permitió la entrada a los estados unidos, se le acuso de haberse casado con una menor de edad,(la cual fue su esposa hasta que murió),hasta muchos años después, en el año 1972 cuando recibió el Oscar honorario.

                                                                                                                          
Luces de Ciudad 1931


En resumen charles Chaplin fue un cineasta en todo el sentido de la palabra que utilizo su talento no solo para hacer una fortuna, dejo tras de sí una obra crítica con las injusticias sociales, la guerra y el capitalismo, escribió una estupenda autobiografía y murió en suiza a los 88 años ¡Feliz cumpleaños Charlot!
  

 Abajo os dejo una serie de películas con sus enlaces para que la disfruten.

¡ y Corten !          

                                     
                                       


lunes, 9 de abril de 2018

Martin Scorsese: Uno de los nuestros


Martin Scorsese
El cine es un arte y una industria, la cuestión es ¿Qué es más importante? Estamos de acuerdo que hay que generar dinero para poder seguir haciendo películas y que cada proyecto cinematográfico es un riesgo económico para los productores, y prestigio en juego para el director y el elenco. Dependen de un público que asista a las salas de cine. Pero siempre hay un grupo de directores que no comprometen la calidad de sus películas y no resultan ser los más taquilleros pero sus productos son rentables y permiten que puedan seguir haciendo películas. 
Jerry Lewis y Robert De Niro en el Rey de la comedia
El caso de Martin Scorsese ha mantenido siempre una línea de magnificas películas con éxito, esto demuestra que no hay que sacrificar la calidad por las taquillas. Martin Scorsese es uno de esos directores que se “casa” con un actor y saca el máximo partido de la calidad interpretativa del mismo, el protagonista de sus primeras películas y su primer gran éxito en el cine fue Robert de Niro, su primer trabajo juntos fue en Malas calles (1973), luego siguieron Taxi Driver(1976),New york New York (1977), Toro Salvaje(1980), El rey de la comedia (1982), uno de los nuestros (1990), el cabo del miedo(1991), casino (1995) y la esperada Irishman que se estrenara en el 2019.
 Aviador (2004)
Luego vino Leonardo di Caprio que tomó el relevo de de Niro y comenzó a trabajar con él desde Gangs of New York(2002), Aviador (2004), infiltrados(2006), Shutter Island (2010), el lobo de Wall Street(2013), Roosevelt aún sin fecha de estreno y Killers of the Flower Moon en etapa de pre-producción. A mi entender estos dos grandes actores fueron descubiertos en cierta forma (hablamos de su calidad como interpretes) por este director. En el caso de Di Caprio Scorsese lo rescato de una racha de malas películas con mediocres actuaciones y saco a la luz el gran actor que sin lugar a duda es Di Caprio. Pero todos estos títulos que según los voy escribiendo en mi mente hay una voz que dice peliculón (símil que utilizo para no repetir lo de obra maestra) y si buscamos el resto de su filmografía como director y productor no hay una película mala ni mediocre en la carrera de Martin Scorsese. 
Otros  de los títulos ademas de los antes mencionados mencionados está La edad de la inocencia (1993), Kundum (1997). Al límite (1999) en esta película destaco a Marc Anthony que hace una genial interpretación en corto papel, además de la magnífica actuación de Nicolás Cage, La intervención de Hugo (2011) fascinante película y hermosa historia.

Scorsese y De Niro en el rodaje de New york New York

Ademas de todas estas películas ha dirigido documentales, videos musicales (Bad de Michael Jackson) y varios cortos al inicio y a lo largo de su carrera, algunos episodios para la serie de HBO Vinyl y ha sido productor de grandes éxitos del cine, en algunas ocasiones ha trabajado como actor en papeles cortos.

Cage y Scorsese en el rodaje de Al Limite










Martin Scorsese cuenta las historias de una manera que atrapa al espectador desde el primer momento y nos hace identificarnos con los personajes hasta el punto de que en muchos de los casos estamos del lado de “los malos” de la película, quien no disfruto de la crudeza de los combates de boxeo de toro salvaje, o quien no se ha parado frente a un espejo y ha dicho “me hablas a mi” desenfundando una pistola imaginaria como el personaje de Taxi Driver.
Taxi Driver (1976)

Como espectadora amante de las buenas películas siempre es una seguridad ir al cine a ver una película dirigida por Martin Scorsese, es garantía de 90 minutos de éxtasis frente a una pantalla.
Este magnífico director hijo de italianos (Palermo, Sicilia) creció en el barrio neoyorquino la pequeña Italia y estudio en la escuela de cine de la universidad de New York, desde sus primeros cortos hasta su última película siempre ha demostrado un gran hacer en esto de dirigir películas. Cualquier galardón, premio, nominación que reciba es merecido.
Desde este espacio aplaudimos el homenaje   durante el próximo Festival de Cine de Cannes con el premio La Carroza de Oro, un reconocimiento a su prolífera carrera. 







                                                                                                                        ¡ Corten!

domingo, 1 de abril de 2018

Este es el principio de una gran amistad


Casablanca 


En el anterior artículo quedamos en que hablaríamos del reparto de Casablanca y sus guionistas así terminaríamos con el análisis de la película.
La magia de Casablanca tiene mucho que ver con la genialidad de los guionistas que fueron transformando la obra de teatro original en una adaptación para la pantalla. A pesar de los sutiles cambios de los personajes originales para adaptarlos a la moralidad de la época, y pudiera ser aceptada por el comité de censura, algo que en la actualidad ningún guionista tiene que padecer. El toque personal de varios guionistas es tal vez la causa de tan maravillosa historia, nunca sabremos que habría resultado si no hubiese pasado por tantas manos.
 En el guion final se descartaron muchos de los cambios, resultando una historia muy diferente a la obra de origen, no por los cambios de la historia, pero si  por los cambios de sus personajes. Por ejemplo, en la obra original el personaje de Rick era casado y por motivos morales paso a ser soltero, así como la idea de que lucho en el bando republicano en la guerra civil española fue añadida para la película.
La elección del reparto, en algunos casos vino de la mano de los compromisos adquiridos por los elegidos en primer lugar para los papeles protagonistas, por la misma razón se le dio más relevancia algunos de los personajes, como en el caso de Víctor Laslo, ya que había que justificar de alguna manera el salario y la aparición del nombre de Paul Henreid en los títulos de crédito junto con los de Humphrey Bogart e Íngrid Berman.

He leído muchos artículos, criticas y análisis de Casablanca y está todo dicho; dejo a continuación un fragmento del libro de Umberto Eco la “La estrategia de la Ilusión” transcribo aquí integro porque considero esta reflexión la mejor que he leído sobre el tema. Aquí os dejo el enlace de este maravilloso libro por si queréis leerlo es una recopilación de artículos del mismo autor publicados en bajo el título “la semiología de lo cotidiano” que luego fueron recopilados y publicados como un libro.

http://www.ignaciodarnaude.com/textos_diversos/Eco,Umberto,La%20estrategia%20de%20la%20ilusion.pdf
Casablanca o el Renacimiento de los dioses; Umberto Eco 1975
“Dos semanas atrás, toda la gente de cuarenta años estaba sentada ante el televisor para volver a ver Casablanca. Pero no se trata de un fenómeno normal de nostalgia. En realidad, cuando Casablanca se proyecta en las universidades norteamericanas, los jóvenes veinteañeros subrayan cada escena y cada réplica célebres (“Arrestad a los sospechosos de costumbre”, o bien “¿Son los cañones o los latidos de mi corazón?”, o cada vez que Boggie dice “Kid”) con ovaciones que habitualmente se reservan a los partidos de béisbol. Y pude observar esta misma actitud en una filmoteca italiana frecuentada por jóvenes. ¿Cuál es entonces la fascinación de Casablanca?

Pregunta legítima, ya que Casablanca, estéticamente (o desde el punto de vista de una crítica exigente), es una película muy modesta. Fotonovela, folletín, donde la verosimilitud psicológica es muy débil y los efectos dramáticos se encadenan sin demasiada lógica. Y sabemos incluso por qué: la película fue pensada a medida que se rodaba, y hasta el último momento ni el director ni los guionistas sabían si Ilse se Marcharía con Víctor o con Rick. De modo que lo que parecen sagaces hallazgos de dirección y arrancan aplausos por su inesperada osadía, son en realidad decisiones tomadas por desesperación. ¿Cómo es posible entonces que de esa cadena de improvisaciones surgiera un film que aún hoy, visto por segunda, tercera o cuarta vez, arranca aplausos admirativos, reclama un bis o despierta el entusiasmo ante sus inéditos hallazgos? Ciertamente, hay en Casablanca un reparto de formidables actores. Pero esto no es suficiente.

Están él y ella, amargo él y tierna ella, románticos, pero se han visto otros mejores. Casablanca no es La diligencia, otra película de retorno cíclico. La diligencia es, en cualquier aspecto, una obra maestra, todo está donde tiene que estar, los personajes están justificados en todas sus acciones y la primera parte de su argumento (esto también cuenta) se basa en obra de Maupassant. ¿Y entonces? Entonces se está tentado de leer Casablanca del mismo modo que Eliot releyó Hamlet. Eliot atribuía la fascinación de este drama no al hecho de que fuera una obra lograda, ya que la consideraba una de las piezas menos felices de Shakespeare, sino justamente a lo contrario: Hamlet sería consecuencia de una fusión no lograda entre distintos Hamlet precedentes, uno que tenía como tema la venganza (con la locura como mera estratagema) y otro cuyo tema era la crisis provocada por la culpa de la madre, con la consiguiente desproporción entre la tensión  de Hamlet y la imprecisión e inconsistencia del delito materno. De modo que crítica y público encuentran hermosa la obra porque es interesante, y la consideran interesante porque es hermosa.

Con Casablanca, aunque en menor grado, ha ocurrido lo mismo: obligados a inventar sobre la marcha, sus autores han metido de todo un poco en la trama argumental, y para ello eligieron material del repertorio de lo tradicionalmente aceptado. Cuando la elección de lo ya aceptado es limitada, se obtiene un filme amanerado, de serie, o incluso Kitsch. Pero cuando de lo aceptado se utiliza verdaderamente todo, lo que se logra es una arquitectura como la Sagrada Familia de Gaudí. Se logra el vértigo, se roza la genialidad.

Olvidemos ahora cómo fue realizada la película y veamos qué es lo que nos muestra. Se inicia en un lugar de por sí mágico, Marruecos, el exotismo comienza con un compás de melodía árabe que se esfuma en las notas de La Marsellesa. En cuanto se entra en el local de Rick, escuchamos música de Gershwin. África, Francia, Estados Unidos. En este momento entra en juego una intriga de arquetipos eternos. Situaciones que han presidido las historias de todos los tiempos. Aunque habitualmente para hacer una buena historia basta con una sola situación arquetípica. Y sobra. Por ejemplo, el Amor Desgraciado. Ola Fuga. Casablanca no se contenta con eso: las mete todas. La ciudad es el lugar de un Paso, el paso hacia la Tierra Prometida (o hacia el Noroeste, si lo prefieren). Para pasar, sin embargo, hay que someterse a una prueba, la Espera (“Esperan, esperan, esperan…”, dice una voz off al comienzo). Para pasar de la sala de espera a la tierra prometida hace falta una Llave Mágica: el visado. E n torno a la conquista de esta llave se desencadenan las pasiones. El medio para llegar a la llave parece ser el Dinero (que aparece repetidamente, casi siempre bajo la forma de Juego Mortal, o ruleta): pero al final se descubrirá que la llave sólo puede conseguirse a través de un Don (que es el don del visado, pero también es el don que Rick hace de su Deseo, sacrificándose). Porque también ésta es la historia de una vertiginosa danza de deseos de los cuales sólo dos acaban satisfechos: el de Víctor Laslo, el héroe purísimo, y el del joven matrimonio búlgaro. Todos aquellos que tienen pasiones impuras fracasan.

Y, por tanto, otro arquetipo, el triunfo de la Pureza. Los impuros no alcanzarán la tierra prometida, desaparecen antes, aunque alcancen la Pureza a través del Sacrificio: he aquí la Redención. Se redime Rick y se Redime el capitán de la policía francesa. Aquí se advierte que en el fondo son dos la Tierras Prometidas: una es América, aunque para muchos es un falso objetivo; otra es la Resistencia, o sea la Guerra Santa. Víctor viene de ella, Rick y el capitán de policía van hacia ella, se unen a De Gaulle. Y, si el símbolo recurrente del avión parece subrayar de cuando en cuando la fuga hacia América, la cruz de Lorena, que sólo aparece una vez, anuncia por separado el otro gesto simbólico del capitán que, al final, mientras está despegando el avión, tira la botella de agua de Vichy. Por otra parte, el mito del Sacrificio impregna toda la película. El sacrificio de Ilse que abandona en París al hombre que ama para regresar junto al héroe herido; el sacrificio de la joven esposa búlgara dispuesta a entregarse para salvar al marido; el sacrificio de Víctor, que estaría dispuesto a ver a Ilse con Rick con tal de saberla a salvo.

En esta orgía de arquetipos sacrificiales (acompañados por el tema de la relación Amo-Siervo, a través de la relación entre Boggie y el negro Dooley Wilson) se inserta el tema de Amor Desgraciado. Desgraciado para Rick, que ama a Ilse y no puede tenerla, desgraciado para Ilse, que ama a Rick, pero no puede irse con él, desgraciado, en fin, para Víctor, que comprende que no ha conservado verdaderamente a Ilse. El juego de amores desgraciados produce diversos entrecruzamientos hábiles: al principio, el desgraciado es Rick, que no comprende el rechazo de Ilse, después lo es Víctor, que no comprende por qué Ilse se siente atraída por Rick, finalmente, será Ilse la desgraciada, que no comprende por qué Rick la obliga a partir con su marido. Estos tres amores desgraciados (o Imposibles), se estructuran triangularmente. Pero en el Triángulo Arquetípico hay un Marido Traicionado y un Amante Victorioso. Aquí, en cambio, ambos hombres son traicionados y perdedores: aunque en la derrota –y por encima de ella- juega un elemento adicional, tan sutil que escapa al nivel consciente: muy en el fondo se instala (sublimadísima) una sospecha de Amor Viril o Socrático. Porque Rick admira a Víctor y Víctor se siente ambiguamente atraído por Rick, y parece casi en cierto modo que se estableciera un doble juego, en el cual el sacrificio de cada uno fuera para complacer al otro. En cualquier caso, como en las Confesiones de Rousseau, la mujer se sitúa como Intermediaria entre los dos hombres. La mujer no es portadora de valores positivos, sólo los hombres lo son.

Sobre el fondo de estas ambigüedades en cadena, se encuentran los caracteres de comedia: o todo bueno o todo malo. Víctor juega un doble papel, agente ambiguo en la relación erótica, agente claro en la relación política: él es la Bella contra la Bestia Nazi. El tema Civilización contra Barbarie se entremezcla con los demás, a la melancolía del retorno de la Odisea se une la osadía bélica de una Ilíada en campo abierto.

Alrededor de esta danza de mitos eternos aparecen los mitos históricos, es decir, los mitos del cine debidamente revisados. Bogart encarna por lo menos tres de ellos: el Aventurero Ambiguo, amasado de cinismo y generosidad; el Asceta por Desengaño Amoroso y, al mismo tiempo, el Alcohólico Redimido (y para redimirlo hay que alcoholizarlo, de golpe, cuando ya era un Asceta Desilusionado). Ingrid Bergman es la Mujer Enigmática o Fatal. Después tenemos Escucha Cariño Nuestra Canción, el Último Día en París, América, África, Lisboa como Puerto Franco, el Puesto de Frontera o El último Fuerte en los Límites del Desierto, la Legión Extranjera (cada personaje tiene una nacionalidad y una historia diferente) y por último el Gran Hotel Gente Que Va Gente Que Viene. El local de Rick es un lugar mágico donde puede ocurrir –y ocurre- de todo: amor, muerte, persecuciones, espionaje, juegos de azar, seducciones, música, patriotismo (el origen teatral del argumento ha producido, junto a la pobreza de medios, la admirable condensación de acontecimientos en un solo lugar). Este lugar es Hong Kong, Macao Infierno del Juego, prefiguración de Lisboa Paraíso del Espionaje, Barco en el Mississippi.
Pero justamente porque están todos los arquetipos, justamente porque Casablanca es la cita de otras mil películas y porque cada actor repite en ella un papel interpretado otras veces, opera en el espectador la resonancia de la intertextualidad. Casablanca lleva consigo, como en una estela de perfume, otras situaciones que el espectador refiere a este film sin recordar otras películas aparecidas después, como Tener y no tener, en la que Bogart encarna un héroe a lo Hemingway, pero Bogart ya atrae sobre sí las connotaciones hemingwayanas por el simple hecho de que –según se dice en la película- Rick ha luchado en España (y, como Malraux, ha colaborado en la revolución china). Las reminiscencias de Fritz Lang afloran tras Peter Lorre; Conrad Veidt embebe su personaje de oficial alemán con sutiles efluvios de El gabinete del doctor Caligari, no es un nazi despiadado y tecnológico, sino un César nocturno y diabólico. Así que Casablanca no es una película, sino muchas, una antología. La película, realizada casi por casualidad, probablemente se hizo sola, si no en contra, por lo menos más allá de la voluntad de sus autores y de sus actores. Y por esto funciona, a despecho de teorías estéticas y cinematográficas. Porque en ella se despliegan con una fuerza casi telúrica los Poderes de la Narratividad en estado salvaje, sin que haya intervenido el Arte para disciplinarlos. Y entonces podemos aceptar que los personajes cambien de humor, de moral, de psicología de un momento a otro, que los conspiradores tosan para interrumpir su discurso cuando se acerca un espía, que alegres mujercitas prorrumpan en llanto al escuchar La Marsellesa. Cuando todos los arquetipos irrumpen sin pudor alguno, se alcanzan profundidades homéricas. Dos clichés producen risa. Cien, conmueven. Porque se percibe vagamente que los clichés hablan entre sí y celebran una fiesta de reencuentro. Del mismo modo que el colmo del dolor alcanza la voluptuosidad y el colmo de la perversión roza la fuerza mística, el colmo de la banalidad deja entrever un edificio de lo sublime. Algo ha hablado en lugar del director. El fenómeno es digno, si no de otra cosa, de veneración.”
Nada más que añadir.
La semana que viene hablaremos de Cannes y el premio a Martin Scorsese

         
                                                     


    ¡Corten!